miércoles, 26 de agosto de 2009

TAU,TAV,ATV

LAS CATEDRALES COSMICAS

El enigma de las catedrales cósmicas
En 1966, el escritor Louis Charpentier anunció que los constructores de las primeras catedrales góticas trataron de imitar sobre el suelo de Francia el perfil de la constelación de Virgo. Bastaba hacerse con un mapa para comprobarlo. ¿Por qué nadie lo había hecho antes?
¿Puede un mero subidón de fe explicar por qué en menos de dos siglos, y sólo en Francia, se construyeron 2.136 abadías románicas? ¿O por qué allí mismo nació, como de la nada, un nuevo estilo arquitectónico más sutil, matemático y bello que los precedentes, con el que se levantaron nada menos que 96 catedrales? ¿De dónde salieron tantos y tan bien formados constructores?
Los enigmas en torno a la emergencia del arte gótico -esa suerte de art-got de piedra manejado por un puñado de maestros- palidecen ante los que propone la primera de sus catedrales: Chartres.Fue la única del nuevo estilo levantada de un tirón, la única en la que nunca faltó ni mano de obra, ni arquitectos, ni dinero.Y todo en una ciudad que en el siglo XII nunca superó los 15.000 habitantes. Sin embargo, y por raro que nos pueda parecer, hasta 1965 tantas incógnitas no llamaron la atención de nadie.
Ese año un escritor francés, llamado Louis Charpentier, se detuvo en esta ciudad ubicada a 90 kilómetros al suroeste de París, y se dio de bruces con el misterio. Era 21 de junio. Aquel día un grupo de personas se arremolinaba en un rincón de la nave derecha del templo, a la espera de un prodigio. Y llegó. A las 12 en punto, el primer rayo del sol de mediodía atravesó un pequeño orificio circular practicado en el vitral de San Apolinar e iluminó la única baldosa del enlosado que parecía fuera de lugar. Hoy, cuatro décadas más tarde, el prodigio sigue repitiéndose y es ya toda una atracción turística.
MILAGROS DE LUZ. Ese milagro de la luz sobrecogió tanto a Charpentier que se prometió recoger en un solo libro todos los misterios del lugar. El enigma de la catedral de Chartres se publicó al año siguiente, convirtiéndose en un clásico de la historia oculta que todavía se reedita. Basta leerlo para comprobar que el prodigio luminoso presenciado por Charpentier fue sólo un pretexto para dar a conocer sus teorías sobre el arte gótico. Yo mismo he visto varios de esos milagros de la luz en otros templos.
Sin ir más lejos, cada equinoccio de primavera o de otoño, un rayo de sol del mediodía ilumina durante ocho minutos un capitel de la ermita de San Juan de Ortega, en el Camino de Santiago burgalés. La escena alumbrada muestra la anunciación de la Virgen y recoge el momento en el que un rayo divino fecunda a María.Un rayo que, gracias al primitivo arquitecto del lugar, cobra vida impactando sobre Nuestra Señora dos veces al año y marcando de paso el cambio de estación.
Charpentier jamás ignoró que, en la Edad Media, iglesias y catedrales actuaron como calendarios y relojes. Marcadores de fiestas y cosechas para un tiempo en el que no existía un modo mejor de medir el tiempo. Y esa práctica se extendió hasta entrado el siglo XVIII, que es cuando, según algunos estudios, se reajustó el reloj solar de Chartres.Pero aquella catedral escondía mucho más que un marcador de solsticios. Era todo un templo cósmico.
Chartres fue levantada hacia 1220 y consagrada de inmediato a la Virgen. Fue una apuesta osada para su tiempo. El culto a Nuestra Señora emergió en esas fechas con una fuerza imprevista, y sólo en el condado de Champaña se erigieron un conjunto de catedrales cuya disposición sobre el mapa recordaba la forma del rombo central de la constelación de Virgo. Aquello no podía ser casual.
Louis Charpentier, fiel a su estilo, subrayó el problema con precisión quirúrgica: «Si superponemos a las estrellas los nombres de las ciudades donde se hallaban esas catedrales, la Espiga de la Virgen (estrella Spica) sería Reims; Gamma, Chartres; Zeta, Amiens; Epsilon, Bayeaux En las estrellas menores encontramos Évreux, Étampes, Laon, todas las ciudades con Nuestra Señora de la buena época».
El problema me fascinó. ¿Cómo era posible que en plena Edad Media un grupo de constructores decidiera marcar sobre una superficie de 33.600 kilómetros cuadrados, parecida al Principado de Asturias, el perfil de una constelación? ¿Y para qué? Obsesionado, recogí cuanta información pude y terminé escribiendo una novela a la que titulé Las puertas templarias, para explicar del mejor modo posible semejante enigma. No todas las piezas encajaban. Varias estrellas importantes de Virgo -como Beta Virginis- quedaban sin correspondencia catedralicia. Sin embargo, pese a esos desajustes menores, lo que más me sorprendió fue descubrir que esa obsesión por imitar el cielo sobre la tierra era muy antigua, y en absoluto cristiana.
Veamos: en la frontera entre Armenia y Turquía, por ejemplo, el pueblo de los yezidis todavía sostiene que en el pasado existieron siete torres, construidas sobre Níger, Sudán, los Urales, el Turkestán, Liberia, Irak y Siria, cuya disposición imitaba a la Osa Mayor. Bajo su óptica, marcaron importantes lugares de poder, verdaderas puertas de acceso de las energías satánicas a la Tierra. En palabras del historiador francés Michel Lamy, «se suponía que estas torres estaban situadas en unos lugares en los que la comunicación con las fuerzas subterráneas era posible».
¿Pretendieron eso los constructores de catedrales? ¿Abrir puertas de acceso a una realidad trascendente?
Siglos antes, los antiguos egipcios pusieron en práctica exactamente la misma idea. Creían que su país era un reflejo perfecto del cielo, acuñando así la máxima hermética de «así como es arriba es abajo». De hecho, una de las teorías más populares para explicar la orientación de las pirámides es que éstas imitaron ciertas estrellas del firmamento nocturno.
Pero no unas estrellas cualesquiera, sino aquéllas llamadas por sus milenarios textos religiosos El Duat. Bajo ese nombre se conoció en Egipto a las tres estrellas del cinturón de Orión -las que llamamos popularmente las tres Marías-, y a éstas las consideraron la puerta simbólica por la que el faraón accedía a los reinos del más allá. Las pirámides, por tanto, fueron modelos en piedra de esa entrada, lugares de iniciación en los que el gobernante de Egipto se preparaba para el viaje más importante de su existencia.
¿Inspiraron esas remotas creencias a los constructores de las catedrales francesas?
CRISTIANISMO EGIPCIO. Christian Jacq, egiptólogo y novelista notable, es también autor de varios libros sobre el significado oculto de las catedrales. En algunos de ellos subraya las más que notables conexiones entre la fe de los faraones y la que alimentó a los diseñadores de los primeros templos góticos. Los de la «buena época», que diría Charpentier. Esas coincidencias van desde los pequeños detalles hasta el significado profundo de ciertos ritos. Jacq subraya varios. «En los papiros egipcios», escribe, «se dibujaban con tinta roja los primeros jeroglíficos de un capítulo. Encontramos la misma práctica en las obras litúrgicas cristianas de las que conocemos las rúbricas, es decir, las rojas».Y si a detalles así le sumamos los evidentes paralelismos iconográficos existentes entre las estatuas de Isis y el niño Horus en el regazo, con las de María y el pequeño Jesús, o la coincidencia entre el Juicio Final pintado en papiros egipcios con aquellos representados en los frontis de todas las catedrales góticas -incluyendo las españolas de Burgos o León-, las conexiones egipcias se hacen insalvables.
Hubo -y he aquí el gran misterio- una tradición que relacionó el culto a las estrellas con la veneración a diosas femeninas, que nació junto al Nilo y que impregnó la cristianísima Edad Media europea. Conociendo este dato, tal vez ahora sí podamos resolver este viejo enigma, extraído de un texto de inspiración egipcia conocido como Tabula smaragdina:
Cielo arriba / cielo abajo; / estrellas arriba / estrellas abajo; / todo lo que está encima, debajo se muestra.
Feliz aquél que el acertijo resuelva.
Louis Charpentier. El enigma de la catedral de Chartres. Ed.Martínez Roca. Barcelona, 2002.
Christian Jacq. El misterio de las catedrales. Editorial Planeta.Barcelona, 1999.
Javier Sierra. Las puertas templarias. Ediciones Martínez Roca.Barcelona, 2000.

LAS CATEDRALES GOTICAS

MARIANO FERNÁNDEZ URRESTI Gótica. Secretos, leyendas y simbología de las catedrales (editorial Aguilar)
- ¿Por qué se han centrado en los mensajes cifrados de las catedrales góticas?
- No es la primera ni será la última en la que algunos autores reparen que en torno a las catedrales existen bastantes misterios.
- Hay mucho esoterismo en torno a los enigmas que encierran las catedrales.
- La información cifrada, como aseguran muchos especialistas, tiene que ver con la alquimia, con los números mágicos.... Y en el caso de las catedrales algunos han querido asociarlas con los caballeros templarios porque se da la extraña casualidad de que su aparición y desaparición casi viene a coincidir con el gótico...
- Pero, ¿dónde empieza el cuento y acaba la leyenda en la supuesta vinculación de las catedrales con los caballeros templarios?
- Aunque hay algunos antecedentes del arte gótico en Inglaterra, lo cierto es que el pistoletazo de salida se da en el corazón de Francia, prácticamente coincidiendo con la aparición de los templarios. Además, el número de catedrales que se construye o se empieza a construir en un siglo, entre 1150 y 1250, es asombroso; sólo en Francia alrededor de un centenar...
- Fue una verdadera fiebre constructora.
- Es cierto. Alguien ha dicho que se movieron más piedras que en el Egipto faraónico. Además, son catedrales extraordinarias. París, Amiens, Rouen, Reims...
- ¿Y cuando hablan de construcciones vinculadas a la astronomía, como en cualquier otra civilización?
- Las catedrales están dispuestas sobre el mapa de Francia formando algo parecido a la constelación de Virgo y todas ellas están vinculadas a Nuestra Señora.
- Pero también se han comentando otras cuestiones sobre la construcción sobre antiguos lugares religiosos...
- La superposición del gótico sobre antiguos lugares de culto pagano está clara. Muchos de esos lugares tienen una energía telúrica poderosa, y en el caso de las catedrales también sucede lo mismo.
- Cualquiera podría sonreir si le hablamos de energía telúrica...
- Es una cuestión constatable y científica. Hay elementos técnicos para medir esta energía. En Alemania, por ejemplo, hay indicaciones en las señales de tráfico que indican esos lugares. No es una cuestión de creencias; está absolutamente probado.
- Y la supuesta vinculación de la construcción de las catedrales a los templarios cuando son obispos y reyes quienes las promueven...
- Las catedrales no sólo fueron lugares de culto religioso, sino puntos de encuentro de la sociedad de entonces. Una catedral gótica es una atmósfera muy especial la luz, el silencio estruendoso... Es un camino desde la penumbra hacia la luz que va más allá de la orientación hacia Jerusalén.

viernes, 14 de agosto de 2009

ASTORGA MAGICA

Algunas leyendas aluden a la fundación de la Diócesis de Astorga por el mismísimo Santiago Apóstol. Lo que sí está documentado es que ya en el año 254 era sede episcopal, y que entre sus titulares hubo más de uno que siguió determinadas tesis consideradas heréticas por la ortodoxia católica.
A este respecto es de reseñar la leyenda según la cual en Astorga o sus alrededores se situaría la tumba de Prisciliano, uno de los primeros personajes declarados herejes por la Iglesia Católica y muerto a manos de los soldados imperiales romanos. Cuenta la leyenda que algunos de sus seguidores recuperaron su cuerpo y lo trasladaron y lo trasladaron en solemne procesión hasta su Gallaecia natal recorriendo parte de lo que posteriormente se conocería como Camino de Santiago y realizando numerosos portentos y milagros a su paso. No falta quien considera estos hechos primordiales a la hora de determinar los motivos reales del surgimiento de las peregrinaciones jacobeas y seguro que la búsqueda de la tumba del considerado maestro y santo por cristianos heterodoxos durante siglos empujó a muchos a realizar esta peregrinación encubierta bajo el manto jacobeo.
Dos curiosos museos y un palacio de hadas
Astorga siempre fue un cruce de caminos. Las antiguas calzadas romanas, los caminos de arrieros y la unión del Camino Francés con la Vía de la Plata que traía a los peregrinos del sur de la península son sus ejemplos más notorios. Una extensa información y una completa colección de objetos relativos a estas rutas encontramos en el Museo de los Caminos, ubicado en el fantástico Palacio Episcopal de Astorga.
Por cierto que este Palacio, obra del insigne arquitecto Gaudí, más parece un palacio de hadas que episcopal.

LEON MAGICO.RABANAL DEL CAMINO -PONFERRADA

CURIOSIDADES Y LEYENDAS DE LA ETAPA RABANAL DEL CAMINO-PONFERRADA

El puerto del Irago y la Cruz de Ferro
En la subida del puerto encontramos el pueblo de Foncebadón. Caserío abandonado, sus ruinas son fiel reflejo de un pasado vinculado a la ruta jacobea, que empieza a pagar su deuda con el pueblo fomentando su recuperación (ya podemos encontrar un albergue y un par de establecimientos hosteleros).Estas ruinas, la fuente y el campanario recuerdan que aquí el ermitaño Gaucelmo, ya en el siglo XI, fundó una comunidad, un hospital y una iglesia para atender a los peregrinos.
A escasos metros de la cima del puerto se encuentra la Cruz de Ferro, uno de los monumentos más emblemáticos para el peregrino jacobeo. El monumento es una sencilla y oxidada cruz de hierro colocada sobre un mástil de roble de cinco metros de altura, sobre el lugar considerado un altar prehistórico y un ara consagrado por los romanos a Mercurio, deidad de las encrucijadas y caminos. Los viajeros romanos ofrecían un guijarro como tributo a Mercurio, costumbre que fue seguida por los segadores gallegos cuando viajaban a tierras castellanas y continuada por los peregrinos jacobeos cristianizándose la costumbre desde que el abad Gaucelmo colocó la primera cruz. Últimamente los peregrinos han adoptado la costumbre de colocar sobre el montículo efectos personales como fotos, notas escritas, prendas u objetos traídos desde sus lugares de origen en sustitución de la tradicional piedra. Igualmente hoy encontramos en sus cercanías una pequeña ermita de reciente construcción.
Pasado el alto, un nuevo caserío abandonado, Manjarín. Su único habitante, que viste indumentaria templaria y se reconoce perteneciente a una orden heredera del Temple, ofrece al peregrino cobijo básico y amena conversación, y cuando el manto de la niebla cubre el puerto toca una campana para orientarlo.
El Acebo
En el descenso del puerto cruzamos el bello pueblo de El Acebo, nombre de indudables evocaciones celtas, no olvidemos que el acebo fue considerado mágico por los druidas o sacerdotes celtas.
Las gentes del pueblo gozaron durante siglos de una exención de impuestos y de prestar servicio militar otorgada por los Reyes Católicos a cambio de colocar en el puerto 400 pares de estacas que sirviesen para señalizar la ruta a viajeros y peregrinos cuando la nieve cubría estos parajes.
Compludo y San Fructuoso
Desde El Acebo podemos tomar un corto desvío a la izquierda que, tras un empinado descenso, nos conduce a la Herrería de Compludo. Tiene categoría de Monumento Nacional y su origen se pierde en el tiempo. La voluminosa maza, movida por las aguas del Miruelos, golpea el mineral mientras el efecto del aire mantiene vivas las ascuas. Tierra (mineral), agua, aire y fuego, los cuatro elementos se conjugan para la transformación de la materia.
Al parecer Compludo fue fundado por San Fructuoso, nacido en el seno de una rica familia goda y formado por los eremitas que se refugiaban en la antigua Compludo, la que hoy conocemos como Alcalá de Henares. Se retiró a estos pagos con la intención de vivir en soledad, oración y meditación, pero pronto su fama como eremita se extendió por la península y en pocos años mucho fueron los que llegaron para seguirlo. No le quedó más remedio que redactar una regla para poner orden en aquellos monte que, de la noche a la mañana, se convirtieron en un gigantesco monasterio natural a la sombra del Teleno y la Aquiana, que ya fueros montañas sagradas para los pobladores precristianos.
San Fructuoso fue posteriormente nombrado obispo de Braga y allí fue famoso por sus milagros; se cuenta que caminaba sobre las aguas para salvar a marinos y pescadores, que las puertas de los templos se abrían a su paso y que incluso los libros participaban de su santidad al salvarse de hogueras, tempestades y caídas por precipicios.
Las astillas, las hoces y un curioso sistema de limpieza
A la entrada de Molinaseca, los peregrinos encuentran el santuario de la Virgen de las Angustias. Sus puertas están protegidas por planchas metálicas para evitar el deterioro provocado por la costumbre de los peregrinos de arrancar pedazos o lajas de la madera con que están construidas. Esta costumbre se dice que proviene de la antigua tradición de los segadores gallegos que, cuando acudían a Castilla en temporada de siega, probaban el filo de sus hoces en la puerta de la iglesia creyendo que de esta forma se mantendrían afiladas y fuertes durante toda la temporada. A su regreso, y como muestra de agradecimiento, arrojaban sus hoces por la rejilla del portón para dejarlas a los pies de la Virgen.
La Calle Real del municipio cuenta con un antiguo y curioso sistema hidráulico de limpieza mediante la apertura de una presilla liberando las aguas del río Miruelos. Este sistema también existió en Puente la Reina de Navarra y todavía se pone en práctica en Molinaseca el 15 de agosto de cada año, último día de las fiestas patronales.
El castillo templario, el Santo Grial y el Arca de la Alianza
Ponferrada (Pons Ferrata, puente de hierro) debe su nombre al antiguo puente construido en piedra con grapas de hierro, y su historia está ligada a los Caballeros Templarios. La herencia más espectacular que esta Orden dejó es su fabuloso castillo
son su, cómo no, inevitable carga misteriosa y esotérica.
Para algunos estudiosos su desmesurado tamaño, la triple muralla que evoca los tres votos de los caballeros, las doce torres que simbolizan los signos del zodíaco o los símbolos del Bafomet, la Tau o la Rosa de los Iniciados en su portada ocultan mensajes cabalísticos que relacionan la fortaleza con el escondite de los dos grandes tesoros cuya posesión atribuye la tradición popular a los Templarios: el Santo Grial y el Arca de la Alianza. Así, Luis San Juan, tras complicadas operaciones cabalísticas deduce que en la estructura del castillo se oculta un mensaje para los iniciados que reza: "En la taca que hay en la g de la ciudad cava, se sale a la entrada del gran secreto".
Nuestra Señora de la Encina
Cuenta la leyenda que, encontrándose unos leñadores al mando de un caballero templario cortando árboles que servirían como vigas para la construcción del castillo, contemplaron unas extrañas luces que los fueron guiando hacia una encina dotada de un extraño resplandor. El caballero se dio cuenta de que el árbol, hueco, escondía en su interior una talla de la Virgen que, después se supo, había sido traída de Tierra Santa por Santo Toribio y ocultada para evitar el saqueo de los musulmanes. Los Templarios, entonces, decidieron levantar un santuario para esta imagen, convirtiéndose en la patrona de toda la región. La tradición popular asegura que durante las labores de corte de los árboles, el pie del Niño que acoge la Virgen fue herido por el hacha y que de ello da fe la propia imagen.
Alrededores de Ponferrada. Las Médulas
En los alrededores de Ponferrada encontramos los restos de las explotaciones auríferas romanas de Las Médulas. De estas minas, declaradas Patrimonio de la Humanidad, Plinio el Viejo calcula que anualmente se extraían de estas minas 20.000 libras de oro, aproximadamente unas 10 toneladas. El esquema seguido para su explotación fue el llamado "ruina montium", que consiste en conducir las aguas de los altos montes hasta depósitos desde donde se soltaba de golpe para que, recorriendo galerías previamente excavadas en las faldas del monte provocase el arrastre de grandes cantidades de tierra hasta los lavaderos donde era separado el oro.
En estas minas se sitúa la leyenda según la cual, en tiempos de la ocupación musulmana, gobernaba la zona un sultán que tenía a su servicio a siete hermanos esclavos que trabajaban en las minas. Para acelerar los trabajos, el sultán prometió la libertad y la mano de una de sus hijas a aquél de los siete hermanos que primero finalizase de construir el canal que serviría para conducir las aguas. Todos arrancaron desde la cima de los montes salvo el menor de los hermanos que lo hizo desde las faldas y pronto empalmó con el túnel que uno de sus hermanos excavaba desde arriba, culminando así el trabajo y ganando el premio prometido. Se dice que compartió con sus hermanos su suerte convirtiéndose así todos ellos en grandes señores de estas tierras.
El Lago de Carucedo o de Las Lágrimas
Cerca de Las Médulas se encuentra el Lago de Carucedo. Cuenta la leyenda que el lago se formó con las lágrimas derramada por la joven Carisia al no ser correspondida en su amor por un general romano. Se dice que todos los años, en la noche de San Juan, puede verse a la joven sobre la superficie del lago buscando a su amado y entonando fúnebres y melancólicas melodías.
Otra versión legendaria sobre el origen del lago asegura que un huérfano criado por los monjes se enamoró de una joven a la que también pretendía un señor del lugar. Cierto día apareció muerto el señor y el joven, como principal sospechoso de ser culpable, huyó hasta que años después regresó para entrar en la orden religiosa y convertirse en abad. Corría el rumor por la zona de que un fantasma vagaba por lo alrededores aterrorizando al pueblo, y el abad lo buscó hasta que lo encontró reconociendo en él a su antiguo amor. Renunció el abad a sus votos para unirse a su amada y Dios, disgustado por la ruptura de los votos, abrió la montaña anegando en las aguas toda la zona. Se dice que anualmente, en la noche de San Juan, puede oírse el tañido de la campana del antiguo monasterio inundado por las aguas.

sábado, 8 de agosto de 2009

LA TAU.LAS CRUZES DEL TEMPLE

La Cruz Tau
La Cruz Tau es un símbolo representativo de la Orden del Temple.
La Tau, como símbolo equivalente a nuestra letra “ T ” pudo ser simplemente la inicial de la palabra Temple.
Pero también puede significar el principio del femenino, ligado a las Diosas Madres. Habría que recordar la relación entre Templarios y numerosas Iglesias dedicadas al Vírgenes, entre ellas las enigmáticas Vírgenes negras.
Aquí algunos han querido ver al Temple como continuadores de antiguas y tradicionales sabidurías mágicas relacionadas con los primitivos cultos al principio femenino, origen de los dioses, por no nombrar a los que nos han recordado el fervor Templario al culto Mariano.
También es de recordar que en el antiguo Egipto el sonido de la letra “ T ”
Añadido a una palabra, indica su pertenencia al genero femenino lo que de nuevo vuelve a ligarnos al Temple con los conocimientos de las antiguas civilizaciones.
La Cruz Tau es conocida también como Cruz “ Commisa” o “ Patibulata” solía encontrarse en los sepulcros de los Mártires.
Su significado simbólico es “ elegido de Dios”. Normalmente la Tau era una llamada de atención y una proclamación del secretismo ocultista de los Templarios. Además tiene su correspondencia con él numero 9 y la “ Teth” Hebrea haciendo alusión a la fundación ( recordemos que precisamente 9 Caballeros Fundaron la Orden del Temple) Por ello representa al árbol de la ciencia y a la serpiente.
Aparte de ello en la Cabalista Cristiana es un símbolo de resistencia y de protección. Al parecer si se colocaba sobre la custodia de una ermita o en la parte superior del altar de la iglesia o parroquia quiere decir: “Iniciación Superior”.
La Cruz Paté
Es una Cruz que abre sus extremos a los 4 puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste. Se abre al mundo al universo.
La Cruz Paté con sus cuatro brazos iguales evoca a los cuatro evangelistas, a las cuatro estaciones y a los cuatro elementos: Aire, Tierra, Fuego y agua.
Deriva directamente de la Cruz celta que representa los tres mundos:
- Abred.
- Gwenwed.
- Keugan.
La tradición de los Obreros muestra que la Cruz Paté deriva de la vieja rueda druídica el Crismón de ocho radios. Este símbolo, el Crismón, evoca el inicio, los ciclos (la serpiente que se muerde la cola) y es también un símbolo solar que tiene su máxima expresión en los resplandecientes rosetones de las Catedrales e Iglesias de origen Templario.
Se cree que esta fue la primera Cruz (Ancorada o Paté) que recibieron el 24 de Abril del año 1147 de manos del Papa Eugenio III.

LA CRUZ PATRIARCAL TEMPLARIA.LIGNUN CRUZIS

Los relicarios "lignum crucis", en forma de cruz patriarcal, debieron ser bastante numerosos entre los templarios, desgraciadamente, como en todo lo que les perteneció, los ejemplos que sobrevivieron a la extinción de la Orden son hoy día muy escasos. La rapacidad de ladrones sin cuento y la incurría de las instituciones supuestamente encargadas de velar por nuestro patrimonio cultural, depredando unos y consistiendo otros, han mermado considerablemente el caudal de las preciosas joyas templarias a que nos referimos. Si a ello unimos guerras, invasiones, banderías, desamortizaciones, revoluciones, y otras mil atrocidades más, tanto propias como ajenas, resulta milagroso que haya llegado hasta nosotros alguna de estas joyas y que se conserven algunas noticias de las desaparecidas.
En total hemos conseguido, hasta ahora, noticias de trece lignum crucis relacionadas con encomiendas y posesiones templarias, de las cuales solamente seis se conservan en la actualidad, y aún de éstos solamente cinco son auténticos, ya que el de Caravaca (Murcia) es una reproducción moderna, puesto que el original fue robado en 1934.
La desaparecidos, se encontraban en Torres del Río (Navarra), Villalcázar de Sirga (Palencia), Villamuriel de Cerrato (Palencia), Alfambra (Teruel), Artajona (Navarra), Maderuelo (Segovia), y Montesa (Valencia), de algunos de ellos solamente quedan vagas referencias en las crónicas antiguas y de otros únicamente resta la leyenda popular o la tradicional.
Por lo que respecta a los conservados, salvando el caso ya citado de Caravaca, tenemos los de Ponferrada (León), que se guarda en la Catedral de Astorga; Miraflores (Segovia, capital), que guardan en Zamarramala; Bagá (Barcelona), que se guarda en la iglesia de San Esteban; Murrugarren (Navarra), depositado en Estella; y Zamora, que se custodia en la Catedral procedente de alguna de las cuatro iglesias que el Temple poseyó en esta ciudad1.
Si analizamos esquemáticamente los diversos componentes de la leyenda, tradición e historia de cada lignum crucis templario, observaremos inmediatamente que existen unos rasgos comunes, unas pinceladas que se repiten insistentemente, componiendo un cuadro general de trece características que sirven para definir los elementos simbólicos del modelo templario de Vera Cruz -al igual que las Virgenes Negras vienen definidas por quince características precisas-.
Excluyendo el hecho básico de que todos los lignum crucis templarios adoptan la forma de cruz patriarcal, el citado cuadro general puede presentarse -salvo posterior perfeccionamiento- de la siguiente manera:
* Vienen de Oriente; Jerusalén, Alejandría, Constantinopla.
* Llegan de forma milagrosa: por los aires, en manos de una imagen milagrosamente aparecida.
* Son arrebatados, generalmente a los moros, cuando van a ser utilizados indignamente.
* Son traídos por: los ángeles, un santo, un Obispo, un Maestre del Temple, un templario o una pareja de ellos.
* Aparecen a caballo entre los siglos XII y XIII, aunque las leyendas pueden hacerlos aparecer muchos antes.
* Llegan a una posesión templaria importante, a veces tienen que ver con la fundación de la misma.
* Se veneraron en santuarios templarios, que ocasionalmente tienen forma poligonal o circular.
* Se adoraron como talismán mágico-sagrado y protector contra todo tipo de males, todavía se les venera así o quedan recuerdos de dicho culto.
* Tienen algunas situación de preeminencia o privilegio en su culto, respecto a otras imágenes o reliquias de su entorno: ciertas imágenes iban a visitarlos, los obispos les rendían pleitesía, presidían las procesiones o romerías a la que asistían varias imágenes.
* Producen diversos milagros característicos: salvan a un cristiano cautivo o en peligro (generalmente por los aires), convierten a los moros, su tamaño varía en más o menos a su voluntad (corrientemente cuando van a copiarlos).
* Se celebran con ellos rituales ajenos a la ortodoxia católica: se bañan en agua o vino, se hacen conjuros, se representan autos sacramentales sobre sus milagros.
* Aparecen asociados a un cáliz o copa, o tienen referencias o cualidades o hechos del Grial.
* Aparecen asociados o cercanos a una Virgen Negra, que puede ser del Temple, dándose el caso de venir en compañía de una o varias de estas imágenes, bien en forma milagrosa o traídos por los personajes ya citados.
Características totalmente simbólicas, cuyo conjunto define globalmente el gran símbolo templario que representa la Vera Cruz, en sus relicarios de cuatro brazos. Símbolo aquella por la que dicha cruz se constituyó en reliquia preeminente, digna de ser de admitir o rechazar al aspirante que pretendía ingresar en la Orden, digna de ser la insignia mayor del Temple, y digna de ser venerada en la iglesia Madre de los caballeros en Jerusalén, la Cúpula de la Roca, junto a un recipiente graálico conteniendo sangre de Cristo. Eso, resulta algo que se nos escapa, pero que indudablemente iba unido a la esencia de las Vírgenes Negras al mismo tiempo que a otros símbolos sincréticos templarios.
Unión, Virgen Negra - Vera Cruz, que se hace aún más patente si nos detenemos a considerar, no sólo la identidad en la estructura de los milagros obrados por ambas reliquias, sino también la estructura compositiva de ciertas imágenes medievales de Vírgenes Negras, como aquella de Nuestra Señora de la Piscina -en San Vicente de la Sonsierra, Logroño, de oscuras reminiscencias templarias-, que se dice traída de Jerusalén por el Infante de Navarra, D. Ramiro, en el siglo XII, tallada de tal modo que posee un hueco en su espalda donde, a modo de relicario lignum crucis, se conserva un fragmento de la Vera Cruz. Con lo cual, la Gran Madre se nos muestra conteniendo dentro de sí la madera del Árbol de la Vida, y puesto que ella es la Virgen de quien nacerá el Hijo, hemos de concluir que ella es también la Madre Fecunda, la Madre Tierra de quien brotará el Arbor Vitae...
1. El Temple poseyó en Zamora las iglesias, ya desaparecidas, de Santo Tomás de Canterbury, Santa Marina y San Miguel de la Cabaña, más una cuarta no identificada pero que puede coincidir con algunas de las que actualmente conocemos como del Santo Sepulcro, Santa María de la Horta, La Magdalena o San Salvador; R. ALARCÓN, Atlas Templario Peninsular (Ensayo para una geografía de la Orden del Temple).